La nieve seguía cayendo. Más allá de su ventana todo era un manto blanco, salpicado por el gris del asfalto. La tormenta rugía fuera, amenazando con tumbar todos los muros de la casa.
El arqueólogo
Sus pies se detuvieron de repente. El camino había sido arduo y largo. Jamás pensó que su cuerpo y su mente aguantarían tantas penurias. Puso la mano sobre los ojos
La doncella de hierro
La luz tenue de las antorchas vibró con el crujido que resonó en toda la mazmorra, y esa puerta abierta le enseñó de golpe su destino.
La luz cegadora
El ambiente estaba cargado. Todo a mi alrededor estaba cubierto por una neblina espesa. —¿Estás despierto? —preguntó una voz demasiado chillona para mi gusto. Con mucha pereza acabé por terminar de abrir los ojos. La angustia se apoderó de todo mi cuerpo, y una luz casi cegadora me impidió ver con claridad. Cuando por fin …
La llamada
Desde el árbol divisaba una fuente enmarcada en un bellísimo claro. Estaba en alerta. Escuchó el ruido de una rama romperse y tomó su varita mágica
La despedida
El bullicio del puerto se mezclaba con el aroma a salitre. Había sido una travesía larga, plagada de aventuras. La brújula siempre había señalado el norte, ayudándole a recorrer un planeta que agonizaba.
Cómo una pluma
Miro alrededor. Todo está igual. Encima de la mesa sigue la manzana mordida de la noche anterior. Junto a ella está mi móvil, mis pastillas y un libro que se quedó a medio leer.