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Resonancia psicótica
"...Tic-tac, tic-tac. El reloj en la pared marca el tiempo como un corazón palpitante. Sus agujas danzan al compás de tus propios miedos. En cada rincón, te observan. En cada sombra, te acechan. Las paredes son testigos mudos en esta oscuridad..."
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Pétalos voraces
"...Encarnaba la tentación —la anhelaba—, la destrucción —me consumía—. Femme fatale que ocultaba un veneno mortal —lo bebía—, planta carnívora que escondía la oscuridad de su naturaleza insaciable —me engullía..."
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La gallinita ciega
“¡Estoy tan hambrienta!” El sol primaveral de abril calentaba a todos en el jardín. Las rosas apenas habían abierto sus capullos, las margaritas se desperezaban buscando un rayo de luz, y la enredadera se curvaba cual serpiente buscando volver a la vida.
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Mi bella criatura
La alegría reinaba en la casa aquella mañana. Todos estábamos desayunando en la cocina, Mel, mi hija mayor, devoraba las tostadas con un hambre voraz. La miré detenidamente, era bellísima con el pelo dorado y los ojos azul cielo.
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Garras
La oscuridad, el silencio le rodeaban. No conocía el lugar dónde se encontraba. Estaba perdido. Comenzó a faltarle el aire. El desconcierto de no saber que le tapaba la boca, qué le impedía respirar le estaba volviendo loco.
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Aroma de magnolias
El café sabía horrible, como siempre, pero a Gloria no parecía importarle. Dentro de aquel Crown Victoria, no conseguía apartar la mirada de ella, hacía poco tiempo que éramos compañeros, de hecho, nunca olvidaría el día en el que el capitán me informó de que trabajarían juntos.
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Aracnofobia
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La siesta
—¡Ring, ring! El sonido del timbre le despertó de su siesta. Se incorporó adormecido todavía. Observó por la mirilla y la anticipación recorrió sus venas. Abrió la puerta despacio…, saboreando el momento. —Buenos días. Soy Rosa, represento a la Asociación de Vecinos. Estamos vendiendo unas papeletas para ayudar a la parroquia del barrio, ¿podría comprarme alguna? —la voz cantarina de la chica acabó por despertarle. —Buenos días, preciosa. Por supuesto. Pasa y espera un momento mientras busco el dinero —Se…
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La doncella
La luz tenue de las antorchas vibró con el crujido que resonó en toda la mazmorra, y esa puerta abierta le enseñó de golpe su destino.